Como todos sabemos, el lenguaje publicitario es uno de los principales aportadores de neologismos en nuestro idioma. Con el fin de promocionar sus productos, los publicistas inventan palabras que resuenen y hagan más atractivo el eslogan que promocionará dicho producto. Un ejemplo de ello, lo encontramos en la conocida marca de cereales Nesquik en cuyo envase podemos hallar el neologismo chocolatear:
¡NESQUIK AHORA CHOCOLATEA MÁS LA LECHE! Incluso las vacas quieren chocolatear su leche con Nesquik.
El verbo chocolatear no está registrado en el Diccionario de la Real Academia, por lo tanto, esta palabra no existe en nuestra lengua. No obstante, nos remontaremos a los orígenes del sustantivo chocolate del que lógicamente ha nacido el verbo chocolatear.
Según el Diccionario etimológico de J. Corominas, la palabra chocolate cuyo origen es azteca, posee una formación incierta. Por lo tanto, para indagar en el origen de esta palabra se han propuesto varias etimologías: kaka wáatl “bebida de cacao”, sókóatl “bebida agria”, pocólatl “bebida de maíz cocido”, cruce de sokoatl con kaka wáatl, o cokóatl “agua que sirve”. Ninguno de ellos, satisface fonéticamente, y la última además es un vocablo forjado en desacuerdo con las normas del origen del idioma aborigen. Los especialistas Loewe y Friederici llegan a la conclusión de que no es una palabra analizable, excepto en cuanto a que la terminación es el vocablo atl “agua”, empleado para formar numerosos nombres de bebidas.
La conclusión a la que llega Corominas, es que la palabra chocolate no figura en los antiguos diccionarios del idioma náhuatl sigue siendo hoy, percibido como palabra no genuina por los indios de México: luego deberemos mirarlo como una corrupción introducida por los españoles en lugar de otras palabras aztecas.
Para la formación de la forma verbal chocolatear, el creador ha añadido la terminación propia de la primera conjugación –ar junto con el resto de desinencias que conlleva la primera conjugación, tal es la forma correspondiente a la tercera persona del singular de Presente de modo Indicativo que aparece en el spot “Ahora chocolatea la leche…”. Ar-, además lo anteriormente señalado, es un sufijo propio para la derivación inmediata. Se aplica a bases sustantivas, en este caso chocolate y aplica el significado de “poner” o “añadir algo”.
Otro neologismo con una procedencia prácticamente similar es la palabra Actimelízate. Los publicistas simplemente han tomado el propio nombre del producto Actimel y mediante un proceso de adicción de la forma culta –izar procedente del griego -izein, han formado el verbo perteneciente a la primera conjugación Actimelizar y con el objetivo de implicar al cliente o al receptor del anuncio más directamente añade el pronombre átono de segunda persona del singular te, formando la forma de Imperativo Actimelízate.
Ver el siguiente enlace:
Bibliografía:
- Alvar y Pottier, Morfología histórica del español, Gredos, Madrid, 1993.
- Corominas, J., Breve diccionario etimológico de la lengua española, Gredos, Madrid, 2003.
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